Tomates asados con guindillas, ajo y jengibre

Imprimir

Pasos

• Cortamos los ajos y el jengibre en láminas y la guindilla en rodajas. Calentamos el gratinador del horno a la máxima potencia y mientras tanto en un cazo a fuego medio calentamos el aceite y añadimos la guindilla, el jengibre y los ajos.
• Vamos removiendo y dejamos hasta que el ajo comience a dorarse. Retiramos del fuego y colamos el aceite reservando los trozos de ajo, el jengibre y la guindilla. Cortamos los tomates en rodajas con un grosor de un centímetro más o menos y los colocamos sobre una bandeja para horno sin que se toquen.
• Los regamos por encima con dos cucharadas del aceite que infusionamos y les echamos sal en escamas y pimienta negra.
• Metemos en el horno durante 10 minutos hasta que los tomates comiencen a dorarse. Los sacamos del horno y echamos por encima el resto del aceite y los condimentos que teniamos reservados.
• Servimos calientes con el jugo que han soltado y con perejil por encima.